Este fin de semana pasado tuve la ocasión de poder compartir experiencias con la gente del país de las ideas y tejeredes, y las personas emprendores sociales o no que allí asistimos. Me pareció una experiencia súper positiva y didáctica.
No es sólo lo que se aprende en estas experiencias, es también el modo en el que se crean sinergías, se conoce a gente con muy buena disposición e ideas para llevar a cabo, y sobre todo es un modo fantástico para crear encuentros que insuflan optimismo y motivación a personas que parten de un punto común de entender el mundo, y que están deseosas de aportar y receptivas para aprender y entender a los demás.
Todo ello desde la empatía, la colaboración, la potenciación de las cualidades innatas de cada cual, desde el respeto y la positividad.
Es realmente admirable que gente desde iniciativas espontáneas se organice y tenga la valentía y la buena disposición de tratar desde su parcela de contribuir a lograr un entorno mejor, sin afán de protagonismo ni de manipulación, a veces ni siquiera de lucro, sólo a través de la transmisión de conocimiento y especialmente a través de la generación de confianza y redes colaborativas. Me parece que es el mejor modo de trabajar los cambios para que sean duraderos, reales y efectivos. Cambiar la percepción que tenemos de uno mismo y de los demás.
En mi caso no tengo claro que proyecto en concreto quiero o podría desarrollar, pero de un tiempo a esta parte ha nacido en mi una clara necesidad de cambio, cambio personal en primer lugar, y por consecuencia lógica de cambio de mi entorno.
Me gustaría lograr un cambio sobre todo a nivel de confianza y entrega de mi misma para los demás. Porque veo que ese es el camino cierto para lograr el cambio, reforzarnos desde el punto de vista humano y social e interactuar con el resto desde el afianzamiento de estas premisas. Hasta ahora el proceso ha sido un poco casual, sentí la necesidad de hacer algo que me llenase desde un punto de vista de realización formativa, intelectual, estimulante e interesante. Conocí la plataforma diseñosocial.org a través del muro de fb de una amiga, me metí en su página e inmediatamente me inscribí en el curso de cocreación e inteligencia colectiva. Estando realizando el curso, me enteré de la celebración de la jornada del emprededor social organizada por Socialnest, una incubadora de para empresas y emprendedores sociales ubicada en Paterna (Valencia), donde se dieron varias charlas de emprendedores sociales, entre ellos el fundador de change.org Francisco Polo y María Hidalgo de diseñosocial.org. Aunque sólo pude asistir el domingo, en vez de el fin de semana completo, me encantó y me entusiasmo la experiencia al 100% Además también conocí a mucha gente interesante de Valencia, que por lo poco que pude conocer me pareció muy esperanzador su proyectos y el hecho de que en mi ciudad hayan ya tantas iniciativas entorno al concepto de emprendedor social.
Emprendedor es una palabra tan manida ya que puede llegar a tener unas connotaciones tales como individualismo, agresividad, modernismo en el sentido snob de la palabra, pero creo que el hecho de emprender se refiere en este caso a iniciar, crear, promover desde el bien común.
Eso es justo lo que debemos hacer todos en la medida de nuestras posibilidades e intereses, iniciar alternativas que estén en sintonía con lo que somos y con nuestra forma de entender el mundo. Sólo estando en equilibrio y en armonía con nuestra esencia, conseguiremos que aflore nuestro potencial total y de este modo será mucho más abundante y aprovechable para el resto de personas.
Por eso para mi el gran cambio y el más grande descubrimiento que hice en el taller, y lo que yo considero un gran comienzo dentro de mi camino como futura emprendedora social, es ahondar en mis habilidades y motivaciones reales.
Creo en el empoderamiento ciudadano, la visión critica, el predicar con el ejemplo, el hecho de buscar respuestas más allá de las apariencias o la superficie de las relaciones de cualquier tipo.
Para ello me parece fundamental conseguir una visión formada y critica, pero también ser conscientes del poder de cambio que tenemos y como es necesario contribuir con una visión positiva y con pequeños gestos a mejorar el bienestar de nuestro entorno.
Para mí la clave no esta soló en decir lo que esta mal, sino también aportar soluciones o mejoras desde nuestra pequeña parcela. No me refiero simplemente a tener la solución a grandes problemas, sino contribuir a potenciar lo bueno que en cualquier situación siempre hay.
Positividad, fuerza y entusiasmo. Colaborando y aprendiendo de los demás es posible.
Esto me hace pensar que quizás habrá más gente con inquietudes de formación, transmisión de conocimiento e intereses parecidos a los míos, por ello me parece que sería muy útil crear una plataforma que no ahonde en ningún proyecto concreto, sino que sirva como continente de todas esas iniciativas que pueden agruparse bajo regiones comunes, áreas de conocimientos, actividades, etc.
De este modo se acelerará el proceso para poder ponerse en contacto con gente que tenga motivaciones y que desee estar en contacto y crear sinergías intercambiando ideas y aunando esfuerzos en la misma línea.
Una base de datos de recursos humanos y formativos, para potenciar los procesos.
Yo viví hace un año en Valencia durante 3 años y durante todp ese tiempo no tuve la ocasión de conocer a gente con el perfil y los intereses afines a los mios, como los de la gente con la que realice el taller este pasado fin de semana. Al contrario sufrí su ausencia y me pareció un poco «castrante» no poder estar en contacto con gente que aportase mas desde esa vertiente.Tampoco los hubiera conocido probablemente si no hubiera visto en el muro de mi amiga el post de diseño social. Sé que siempre hay un punto de serendipia en todos estos procesos, dicen que los maestros llegan cuando el alumno esta listo, pero quizás estaría bien clasificar a los maestros y posibles fuentes de inspiración bajo un proyecto común para echarle una mano a la serendipia.
Sobre esto me siento muy ilusionada y positiva con el cambio que en parte originado por causas económicas se está trasladando a la esfera social. Hay unos flujos e intercambios muy potentes que están afectando a nuestra mentalidad y a la posición consciente que ocupamos en nuestro mundo.
Mis ideas iniciales sobre La plataforma que tengo en mente, servirán de tecnología social virtual que acelerará la parte inicial de los procesos de emprendimiento. La inspiración y puesta en contacto de la empresa, tendrá unas conexiones descentralizadas, puesto que se podrá accederdesde cualquier posición sin tener que pasar por un administrador, y permitirá que todos los perfiles:
La organizativa araña, el líder león, la eficiente hormiga, el oportuno oso, la inspiradora abeja y el hábil zorro, se encuentren y complementen.
Porque unos nos hacemos grandes a otros y en realidad sólo se trata de que todos crezcamos.
Y para terminar os dejo una foto de la huerta de mi padre donde todas juntas crean las mejores ensaladas con todos ls nutrientes, sabor y color, como los diferentes tipos tipos de emprendedores sociales, ¡juntos es fácil abonar el terreno y dar los mejores frutos!!